Dios de nuestros antepasados, Señor de Misericordia, que hiciste todas las cosas con tu Palabra.
(Sabiduría 9,1)
Los que teméis al Señor, esperad bienes, gozo eterno y misericordia.
(Eclesiástico 2,9)
Porque el Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en tiempo de desgracia.
(Eclesiástico 2,11)
¡Qué grande es la misericordia del Señor, y su perdón para los que se convierten a Él!
(Eclesiástico 17,29)
Piedad de mí, oh Dios, por tu bondad, por tu inmensa ternura borra mi delito, lávame a fondo de mi culpa, purifícame de mi pecado… Mira que nací culpable, pecador me concibió mi madre. Y tú amas la verdad en lo íntimo del ser, en mi interior me inculcas sabiduría.
(Salmo 50, 3-4)
Yahvé es clemente y compasivo, lento a la cólera y lleno de amor.
(Salmo 102,8)
El hombre misericordioso presta a su prójimo, quien le brinda ayuda guarda los mandamientos.
(Eclesiástico 29,1)
Buena es la misericordia en tiempo de desgracia, como nubes de lluvia en tiempos de sequía.
(Eclesiástico 35,24)
Alegraos en la misericordia del Señor, no os avergoncéis de su alabanza.
(Eclesiástico 51,29)
Yo te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y derecho, en amor y en compasión.
(Oseas 2,21)